miércoles, 18 de mayo de 2016

La evaluación de los puestos de trabajo

La evaluación es un proceso imprescindible en el proceso de integración laboral y/o de adaptación de puestos de trabajo. No es posible tomar una decisión sobre una persona con discapacidad en relación a un determinado puesto sin haber realizado primero un análisis del puesto de trabajo, de la persona y de la interacción entre ambos.
No es posible tomar la decisión sobre que tipo de persona con discapacidad es adecuada para realizar un determinado trabajo, si previamente no se ha realizado un análisis del puesto, de la persona y de la interacción entre ambos.
El proceso de evaluación ha de considerar las siguientes etapas:
Puestos de trabajo
  1. Analizar el puesto de trabajo y las características de la persona (únicamente aquellas relacionadas con el ámbito laboral) y compararlas:
    • Definir los requisitos previos del puesto de trabajo (por ejemplo, la formación reglada requerida) y verificar en qué medida el sujeto cumple.
    • Comparar las demandas que exige la tarea con la capacidad del sujeto para llevarlas a cabo.
    • Evaluar las condiciones del puesto de trabajo (espacios, seguridad, higiene, ergonomía, etc.) y valorar si pueden suponer un riesgo para el sujeto.
  2. Detectar los problemas resultantes de la comparación anterior. Una vez realizada la valoración se habrán (habrá) identificado una serie de problemas. El proceso a seguir incluye:
    • Ordenar los problemas, en función de la importancia (cuánto afectan a las funciones esenciales del trabajo), la frecuencia, el tipo de problema, etc.
    • Descartar aquellos problemas que sean residuales, poco relevantes, etc.
    • Agrupar todos los problemas similares.
  3. Tomar una decisión sobre el caso. Es decir, valorar si se requiere y se puede adaptar el puesto de trabajo, o si la gravedad de los problemas detectados hace necesario un nuevo análisis o buscar otro puesto de trabajo más adecuado a las capacidades de la persona.
  4. Si el caso es adaptable, realizar una propuesta de adaptación del puesto. Para ello, es necesario considerar lo siguiente:
    • Buscar diferentes alternativas de adaptaciones para cada uno de los problemas agrupados que se detectaron en el proceso de análisis.
    • Tener en cuenta las prioridades, necesidades, compatibilidades y sugerencias de la persona con discapacidad.
    • Considerar en la decisión a todos los implicados (responsables, compañeros, etc.).
    • Evaluar la viabilidad de las soluciones propuestas. Las soluciones que se vayan a aplicar han de ser ajustes razonables.
  5. Proceder a la adaptación del puesto.
  6. Planificar una revisión periódica para valorar la eficiencia y efectividad de las medidas implementadas, detectando posibles efectos no previstos, y proponiendo modificaciones o cambios si fuese necesario.

A DESTACAR:
Antes de iniciar cualquier proceso de adaptación del puesto de trabajo hay que considerar una serie de cuestiones previas:
  • ¿Qué limitaciones funcionales tiene el trabajador?. Considerar solo aquellas relevantes para el trabajo.
  • ¿Cómo afectan estas limitaciones a la ejecución del trabajo?. Comparar para ello las demandas del trabajo con las limitaciones/capacidades del sujeto.
  • ¿Qué tareas específicas del trabajo presentan problemas como resultado de la comparación entre demandas y limitaciones?. Se trata de "aislar" aquellas tareas en las que hay problemas. Muchas veces la solución puede pasar por la replanificación o reasignación de tareas.
  • ¿Qué adaptaciones hay disponibles para reducir o eliminar dichos problemas?. ¿Tienen algún coste?. ¿Existen ayudas o subvenciones que permitan financiar total o parcialmente el coste de las mismas?
  • ¿Se le ha consultado al trabajador sobre las posibles adaptaciones?.
  • Una vez que se han realizado las adaptaciones, ¿se ha evaluado la efectividad de las mismas?
  • ¿Se ha considerado, además, si es necesario entrenamiento específico a los trabajadores con discapacidad, sus compañeros o superiores?.

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