La Higiene Ocupacional es una
disciplina científica que tiene por objetivo inmediato lograr puestos y
ambientes de trabajos sanos y confortables a través de acciones de ingeniería,
administrativas y sociales que puedan identificar, evaluar y controlar los
peligros y los factores de riesgo a la salud y la vida de los procesos de
trabajo.
La Higiene Ocupacional forma
parte de la acción multi, inter y transdisciplinaria que se conoce como
Salud Ocupacional, por lo que se hermana con las otras disciplinas
preventivas como Medicina Ocupacional, Seguridad Industrial, Ergonomía,
Toxicología Ocupacional y Psicología Ocupacional, para mencionar las
más conocidas.
A nivel mundial es una
disciplina que inicialmente fue comenzada por médicos que se cansaron de
atender enfermos ocupacionales y decidieron buscar en el proceso del
trabajo las causas de esas enfermedades. Con el tiempo, los
ingenieros pudieron intervenir en esas causas para así lograr los
procesos, ambientes y puestos de trabajo saludables. Fue el caso del Padre de
la Salud Ocupacional, Bernardo Ramazzini, médico italiano, quien impresionado
por las enfermedades de los artesanos en el siglo XVIII, decidió dejar la
consulta médica e ir a los talleres para determinar allí de que se enfermaban
los trabajadores y llegó a escribir que los centros de trabajo son como una
escuela, donde el médico (hoy diríamos donde todo prevencionista que se estime
como tal) se apropiará rápidamente del conocimiento que le permitirá combatir
la fuente de la enfermedad.
Por supuesto que antes que
Ramazzini, en un violento viaje hacia el pasado deben siempre recordarse a
figuras como Paracelso (Padre de la Toxicología), Agrícola (Padre de la
Ingeniería de Minas) y hasta el propio Plinio El Viejo, quien en los albores de
esta era describió el uso que los esclavos de las minas romanas daban a
las vejigas de los animales que consumían, como protectores
respiratorios, los primeros que se conocen en la historia y las muertes
entre los esclavos que preparaban las mortajas de los nobles por exposición a
asbesto, seguramente lo que hoy se conoce como mesotelioma.
Ahora bien, la Higiene
Ocupacional se empieza a conocer en Venezuela gracias al Padre de la
Salud Ocupacional, el Dr. Emigdio Cañizales Guedez quien fue
el primer médico ocupacional graduado, gracias a una beca de la
petrolera Shell a mediados del siglo XX. Cañizales, y que inspirado en Ramazzini
y en sus propias ideas revolucionarias sostenía que el médico
industrial debía ser un médico de casco y bota, y no de consultorio,
porque al estudiar los procesos de trabajo podía conseguir la causa de la
enfermedad y luego con un buen ingeniero, estudiar los determinantes y
condicionantes del agente causal y así, lograr la modificación del proceso causante
de la enfermedad.
Pero fue a principios de los
años sesenta del siglo XX que se empieza la acción en esta disciplina, cuando
llegaron a Venezuela los dos primeros higienistas ocupacionales, graduados en
postgrado en los Estados Unidos, se trató de los ingenieros Erich Smidth
(de origen chileno, quien desarrolló la Higiene Ocupacional de campo)
y Albretch Miuller (de origen peruano, quien desarrolló la Higiene
Ocupacional de Laboratorio).
Esa venida a nuestro país de
estos dos pioneros de la higiene ocupacional fue el producto de un
informe que sobre Venezuela preparase un gran promotor de la disciplina en los
países andinos, el estadounidense J.J. Bloomfield para la naciente Oficina
Panamericana de la Salud, a solicitud de las autoridades del Ministerio de
Salud de la época.
Por varias décadas, Smidth y
Miuller desarrollaron la disciplina en el Ministerio de Salud y trataron siempre
de formar profesionales para el necesario relevo generacional. Así
lograron que los ingenieros Rafael Torres, Rafael Cáceres, César Romero,
Nestor Youssef y otros más hicieran postgrado en Higiene Ocupacional en las
escuelas de salud pública de los Estados Unidos. El primero de ellos casi
no ejerció la disciplina y los dos siguientes la desarrollaron en la
industria petrolera hasta su jubilación, por su parte el último de ellos se
dedicó a la docencia en LUZ y la ULA.
La principal y casi única
cosecha de Smitdh y Miuller de la Higiene Ocupacional en Venezuela se logra a
finales de los años setenta con un conjunto de profesionales que hicieron de la
disciplina su ejercicio profesional, la mayoría en el propio Ministerio de
Salud, otros emigraron hacia la industria petrolera como Milagro Díaz,
Mary Paz Estevez y Janette Vivas, la industria siderúrgica como Fernando
Castro y a la UCV como Eric Omaña.
En el interín que va desde la
promulgación de la LOPCYMAT en 1986 hasta su reforma en 2005 surgió la
necesidad de desarrollar talento humano en las disciplinas preventivas, y
así crecieron y se multiplicaron los institutos universitarios, públicos y
privados de formación de TSU en Seguridad Industrial, ya que la demanda de esta
disciplina que existía en las grandes empresas y ahora se veía su incursión en
las medianas y pequeñas empresas, se incrementó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario