domingo, 15 de mayo de 2016

Según Abraham Burgos la Higiene Ocupacional: es la disciplina que estudia las condiciones y organización del trabajo para reconocer, evaluar y controlar los riesgos y sobrecargas existentes en los centros de trabajo, con el conocimiento de los riesgos, peligros, y sobrecargas, se podrían controlar los peligros existentes con el fin de minimizarlos o eliminarlos. También se encarga de verificar las distintas variables tanto físicas, ambientales y mentales que puedan llegar a afectar la salud del trabajador de manera permanente o temporal.

Ergonomìa  según Pereda: es la disciplina que estudia cómo las personas, las máquinas y el ambiente se comunican entre sí, para actuando entre sí o algunos de sus elementos, llegar a optimizar los criterios de eficacia, seguridad, comodidad y satisfacción.


Según Oliver (1996) las clases de ergonomía son:

1. Ergonomía Psicosocial. Se ocupa de la interacción del hombre con el medio, ya sea éste el inmediato o el que abarca a la organización, con todo lo que ello conlleva.

2. Ergonomía Cognitiva. Se centra en aumentar la compatibilidad representacional entre el trabajador y la máquina, haciendo hincapié en el operario que realiza el trabajo y la forma en que se lleva a cabo, en vez de centrarse en el componente tecnológico o en el medio.

3. Ergonomía geométrica. Centra su atención en las relaciones del hombre con el lugar de trabajo, buscando optimizar el espacio y la postura del trabajo, ya sea estática o en movimiento.

4. Ergonomía ambiental: Estudia la relación entre el hombre y el medio ambiente, teniendo en cuenta la incidencia de los factores ambientales sobre la salud del trabajador, siendo los más importantes los físicos (temperatura, iluminación, vibración, ruido), los químicos y los biológicos.

5. Ergonomía temporal o cronoergonomía: Se dedica a la relación tiempo – salud tanto física como psicológica, centrándose en los ritmos de trabajo biológico y social, junto con su repercusión en el trabajador, en el entorno y en la organización.



Accidente según la LOPCYMAT: Se entiende por accidente de trabajo, todo suceso que produzca en el trabajador o la trabajadora una lesión funcional o corporal, permanente o temporal, inmediata o posterior, o la muerte, resultante de una acción que pueda ser determinada o sobrevenida en el curso del trabajo, por el hecho o con ocasión del trabajo.Serán igualmente accidentes de trabajo:

1. La lesión interna determinada por un esfuerzo violento o producto de la exposición a agentes físicos, mecánicos, químicos, biológicos, psicosociales, condiciones meteorológicas sobrevenidos en las mismas circunstancias.
2. Los accidentes acaecidos en actos de salvamento y en otros de naturaleza análoga, cuando tengan relación con el trabajo.
3. Los accidentes que sufra el trabajador o la trabajadora en el trayecto hacia y desde su centro de trabajo, siempre que ocurra durante el recorrido habitual, salvo que haya sido necesario realizar otro recorrido por motivos que no le sean imputables al trabajador o la trabajadora, y exista concordancia cronológica y topográfica en el recorrido.
4. Los accidentes que sufra el trabajador o la trabajadora con ocasión del desempeño de cargos electivos en organizaciones sindicales, así como los ocurridos al ir o volver del lugar donde se ejerciten funciones propias de dichos cargos, siempre que concurran los requisitos de concordancia cronológica y topográfica exigidos en el numeral anterior.

 Proceso Peligroso según Oscar Betancourt: De la interacción entre el objeto, los medios y la actividad, en una organización y división del trabajo determinada, surgen procesos peligrosos para la salud. En otras palabras, en el momento que entra la actividad a interactuar con los objetos y los medios, aparecen como una explosión una amplia variedad de elementos capaces de ocasionar diversas alteraciones a la salud.


El término procesos peligrosos (expresión del proceso de trabajo), asumidos en este muevo enfoque tienen una variedad de acepciones, dependiendo de las tendencias, épocas o instituciones. Así, se los llama también riesgos, exigencias, factores de riesgos, agentes, o simplemente riesgos.
Cualquier palabra que se adopte, no se debe confundir con las consecuencias (efectos) en la salud que surgen por la exposición a estos procesos peligrosos. Sin querer ser esquemático, se diría que los procesos peligrosos se los encuentra en el proceso de trabajo, en las condiciones de trabajo; en cambio, los impactos en la salud se los encuentra en los trabajadores, como individuos y como colectivo. No es adecuado utilizar la misma palabra “riesgo” para dos fenómenos distintos, a pesar que se encuentren relacionados. Los procesos peligrosos tienen origen y naturaleza diferentes a los impactos en la salud, inclusive la manera de destectarlos, valuarlos y controlarlos son diferentes a las alteraciones en la salud, por ello, no es adecuado llamar con una misma palabra a dos procesos diferentes. Más adelanate se discutirá el significado más apropiado de la noción de riesgo.
Para facilitar la comprensión, se diría que los procesos peligrosos surgen al momento que interactúan el objeto, los medios y la actividad.
Si se toma al primer elemento citado en el ejemplo, el ruido no surge de la nada, es un hecho fáctico, concreto que proviene de la interacción de la actividad (ejemplo, esmerilar) con el medio de trabajo (esmeril) y el objeto (ejemplo, una pieza metálica).
Además, hablar solo de la exposición al ruido (con sus características físicas) sería un error si no se toman en cuenta los elementos de la organización y división del trabajo como por ejemplo, la duración de la jornada de trabajo. No será igual para la salud estar expuesto al ruido en una jornada de trabajo de 4 horas que en una de 8 horas.
Los procesos peligrosos son elementos concretos, fácticos, detectables por los órganos de los sentidos y suscepetibles de ser valorados con instrumentos (dosímetros, bombas, luxómetros, etc.), por ello, no pueden ser ubicados al nivel de ¨riesgo¨ porque, como se verá más adelante, lo noción de riesgo, tomada de la Epidemiología de las primeras décadas del siglo veinte, tiene originalmente la connotación de probabilidad
asociativa. Como afirma De C. M. Ayres (2005)2, ¨no se identifica un riesgo, se atribuye un riesgo¨. Entonces, el proceso peligroso (mal llamado riesgo) no es una probabilidad, es un hecho concreto que se encuentra en el trabajo y que surge de la interacción entre el objeto, los medios, la actividad, organización y división del trabajo.
La probabilidad es que ese o esos elementos ocasionen problemas de salud de distinta naturaleza y magnitud, aspecto que se ubica en otro nivel de análisis.

Importancia de la Salud y Seguridad en el Trabajo segun Oscar Betancourt: Al conocer la manera cómo el trabajo afecta la salud es posible definir e implementar las acciones de prevención y protección, de esta manera se puede disponer de un centro de trabajo saludable, que permita a la población trabajadora una realización plena y que sirva como catalizador de la salud y no como un destructor de la misma.

Es importante resaltar que lo fundamental en este campo es la prioridad que se debe dar a las acciones de prevención. Es conocido que múltiples alteraciones a la salud que se adquieren en el trabajo son irreversibles, de ahí la necesidad de controlar los procesos peligrosos que se encuentran en los centros de trabajo y la determinación de las manifestaciones tempranas de las alteraciones a la salud.
El análisis de las condiciones de trabajo no sólo permite detectar los procesos peligros y los problemas de salud, ofrece la posibilidad de observar los aspectos que permiten el desarrollo físico y mental de los trabajadores. De esta manera, al mismo tiempo que se implementan las medidas de prevención y protección, se puede fomentar el desarrollo de esas condiciones favorables para la salud. El trabajo permite el desarrollo de muchas capacidades del ser humano, al tiempo que ofrece condiciones de realización personal y bienestar. La promoción de la salud debe encargarse de desarrollo y fomento de estos ámbitos.
En el sentido moderno del término, promoción no es difusión y sensibilización.
Promoción de la salud significa crear las condiciones de vida y de trabajo que permita el desarrollo de las capacidades individuales y colectivas, que otorguen bienestar y una realización plena de la vida. En otras palabras, condiciones que permitan el desarrollo de las manifestaciones saludables.
A pesar que la salud y seguridad en el trabajo tiene un campo específico de acción, en el intento de tener un enfoque integral de la salud de los trabajadores, es adecuado considerar varios aspectos de las condiciones de vida de la población laboral.
Las características de la vivienda, la forma de alimentarse, de uso del tiempo libre; las relaciones con los miembros de la familia interactúan con las condiciones de trabajo para definir un perfil de salud-enfermedad de los trabajadores. Por ello, en los estudios y programas de salud y seguridad laboral, no se debe descuidar de incluir estos aspectos.


Cultura Preventiva según Salvador Carmona: 


" La cultura preventiva es como el caldo del estofado: la carne y las verduras son los elementos básicos (normas, equipamiento, recursos) pero si el caldo (liderazgo, visibilidad, confianza, apoyo, integridad) está rancio se echará a perder el guiso (programa preventivo).”

La cultura preventiva por lo tanto es un elemento clave para el desempeño óptimo de las organizaciones en materia de seguridad y salud, ya que el esfuerzo preventivo realizado por las organizaciones llega a ser menos eficaz, es decir llega un momento en el que los recursos aplicados a seguridad y salud no dan los resultados esperados. Un ejemplo gráfico lo tenemos en la figura; en un eje se representan los resultados de la gestión de seguridad y salud, mediante el índice de incidencia y en el otro eje la evolución temporal. Son muchos los autores que constatan esta representación.

Las empresas comienzan a tener resultados positivos de reducción de siniestralidad cuando comienzan a aplicar normas e invierten en tecnología, en esta etapa las inversiones se realizan en mejoras de ingeniería (equipos y procesos) y se comienza a poner énfasis en la seguridad. La evolución temporal constata que las bajadas de los índices de siniestralidad se estancan y la línea se convierte en asintótica.

Las organizaciones que siguen mejorando y no se conforman, comienzan a integrar la seguridad y salud en los procesos de trabajo, empiezan a implantar un sistema de gestión de la seguridad y salud efectivo. La inversión se realiza en la definición e integración de sistemas, en la recogida de datos y análisis de los mismos, en la definición de competencias y responsabilidades, formación, etc., se comienza en definitiva a gestionar los riesgos. La puesta en marcha y mejora de los sistemas de gestión en seguridad y salud dan resultados, los índices de siniestralidad siguen bajando, pero de nuevo se produce una ralentización en el descenso, de nuevo se llega a una asíntota. En algunos casos en los que los sistemas de gestión tienen un alto grado de implantación y efectividad la línea asintótica se encuentra en niveles muy bajos.

Pero hay empresas que quieren seguir mejorando y conseguir reducir su siniestralidad a cero, o a niveles de incidencia muy bajos, necesitan seguir realizando un esfuerzo preventivo, esfuerzo que está ligado a la mejora de la “cultura preventiva”. Las organizaciones que comienzan a recorrer este camino invierten en la evaluación de aspectos culturales, comienzan a observar el comportamiento y a analizar sus causas; se trata de empresas que ponen en marcha programas de refuerzo delliderazgo en seguridad y salud, donde la dirección tiene un papel crucial y se fomenta la asunción personal de responsabilidades, el compromiso compartido, la transparencia y se reconoce la participación activa en la mejora de todos los miembros de la organización.

Son muchas las empresas que ya están desarrollando estrategias y programas de fomento de la cultura preventiva, se trata sin duda de empresas que buscan la excelencia, empresas que quieren convertirse en empresas saludables, para las que la seguridad y salud es un valor de su negocio.

Sin duda la creación de una cultura preventiva que ayude a promover mejores condiciones de trabajo y mejores condiciones de salud es un proceso continuo, Parker presenta la consecución de una cultura preventiva como un camino progresivo con cinco niveles de avance:
la consecución de una cultura preventiva como un camino progresivo con cinco niveles de avance


Patológico: nivel en el que se agrupan organizaciones que solo actúan o intervienen en seguridad y salud cuando son requeridas por la autoridad.

Reactivo: se trata de empresas que actúan cuando algo ha salido mal (accidente).

Formalista: agrupa organizaciones que tiene implantado un sistema de gestión, se cumplen unas reglas. El sistema genera datos relacionados con el desempeño en seguridad y salud, se modifican procesos y se realizan auditorias de seguridad y salud.

Proactivo: la gestión de la seguridad y salud se realiza mirando al futuro. Los trabajadores están involucrados en la práctica, las personas están preocupadas por la seguridad y salud, los líderes se preocupan por ella. Esta actitud lleva a las personas a preguntarse cómo mejorar antes de que ocurra un accidente. La información fluye mejor, es bidireccional y se genera más confianza. Las auditorias comienzan a ser menos necesarias, el sistema en si mismo requiere menos trabajo, se confía en las personas.

Generativo: Se han conseguido estándares muy altos, los errores y fallos son usados para mejorar, se buscan los fallos antes de que ocurran. Existe una transparencia total, no se oculta nada. El respecto por la salud de las personas está implícito en todas las decisiones. La seguridad y salud es un valor de la organización, la prevención es nuestra forma de trabajar.













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