Según Alfredo Salinas Arroyo, La
empresa tiene su propia configuración y estructura orgánica, que distingue su funcionamiento y el potencial competitivo con el cual se
mueve en el mercado. En ella podemos definir o identificar las áreas
críticas o vitales mediante la experiencia, criterio técnico y el conocimiento
estratégico sobre sus fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas. Para
el control de gestión, desarrollo y rentabilidad de la empresa es muy
importante tener en cuenta no solo los activos tangibles sino también los
activos intangibles representados en las áreas críticas de la organización,
áreas de resultado clave o factores críticos de éxito.
Cada área crítica se hace explícita a través de los indicadores de control
para medir los resultados alcanzados por la gestión dentro de los objetivos y
metas trazadas en el tiempo por la entidad, empresa, institución o negocio en
particular. Las áreas claves de resultados fueron determinadas en el marco del
modelo gerencial de la administración por objetivo planteado por Peter Drucker
en la década de los cincuenta del siglo pasado, como instrumento de
gestión para integrar esfuerzos y lograr mejores resultados que conduzcan al
éxito teniendo en cuenta las variables internas y externas que dinamizan el
desarrollo organizacional. Los factores claves de éxito representan todo lo que
no puede fallar en la empresa o negocio, dependen directamente de la misión de
la empresa y se pueden clasificar en permanentes y temporales.
Dentro de las principales áreas críticas de una empresa encontramos:
producción, productividad, servicio al cliente, recursos humanos, situación
financiera, posición comercial, tecnologías, en las cuales podemos gestionar con los siguientes indicadores: calidad, producción,
existencias, costos competitivos, innovación, tecnologías líder; productividad
global, productividad empresa, productividad trabajo; calidad del producto,
satisfacción al cliente; composición plantilla, salarios, ambiente, seguridad e
higiene, formación; rentabilidad, estructura financiera, inversión y
financiación a largo plazo, márgenes y rotación, costos financieros,
disponibilidad; ventas y cuotas, distribución y publicidad, compras,
competencia, demanda global, participación en el mercado, nuevos productos;
sistemas de información, investigación y desarrollo. Las áreas de resultado
claves deben integrar sus esfuerzos centradas en todo aquello que genere
mayores impactos, tanto hacia el interior de la empresa como en su entorno, por ejemplo: rentabilidad, puede utilizar el indicador
relacionado con ganancias/ventas de un periodo determinado respecto al
anterior. Los factores claves de éxito, permiten: identificar los factores
decisivos para el posicionamiento y competitividad del negocio. Convertir a la
empresa en una organización de continuo aprendizaje, con una fácil adaptación a
los cambios rápidos que suelen darse en nuestro tiempo, nueva estructura
organizacional, convertir la información en conocimiento y disponerlo
para todos los integrantes de la organización. Optimizar procesos, minimizando
los riesgos, reduciendo costos e incrementando la eficiencia. Los canales de
distribución son utilizados con flexibilidad generando alta relación
costo/efectividad. Calidad en productos y/ o servicios, mediante el
mejoramiento continuo de los procesos estratégicos, misionales, apoyo y de
evaluación.
Las aéreas críticas de una empresa requieren ser apoyadas y controladas
para alcanzar con éxitos los objetivos y metas de la organización con mayor
eficacia, eficiencia, productividad, y efectividad.
Fuente: http://www.elmeridianodesucre.com.co/editorial/columnistas/item/6170-areas-criticas-de-una-empresa
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